martes, 21 de febrero de 2017

Literatura de viajes: "Salvaje", de Cheryl Strayed

Decimos que febrero es el mes del amor. Aunque normalmente nos referimos a la vertiente más romántica de la palabra, mi mes de febrero de 2017 lo estoy dedicando a uno de los amores de mi vida: descubrir sitios. Y no es que esté viajando físicamente, no. Estoy dedicándome a encontrarme a través de los libros de viaje. Si en el anterior post ya os hablé de Días de viaje, de Aniko Villalba, y os dije que me había enamorado de él, creo que lo que siento por Salvaje, de Cheryl Strayed, es un amor divino, fuera de lo común.

Nunca antes había tenido la sensación de que un título fuera tan acertado para un libro. Salvaje es absolutamente salvaje, por las cosas que cuenta pero, sobre todo, por cómo las cuenta. A pesar de que en un primer momento abrí el libro para ver de qué iba, ya no pude dejarlo. No esperaba que fuera a atraparme tan rápido, ni tan hondo. He tardado más de diez días en leerlo, y no es que sea un libro largo, pero es que no quería que terminara. Leyéndolo me he aplicado una terapia que ahora está muy de moda en otras vertientes de la vida: he hecho slow reading, lo he leído muy lento.

Salvaje es una crónica autobiográfica: Es la historia de Cheryl Strayed (strayed en inglés significa extraviada), de cómo una mujer de 22 años sufre el fallecimiento de su madre, la pérdida de su familia, la ruptura de su matrimonio y de cómo su mundo se desmorona entre hombres que no significan nada para ella y un tonteo con drogas que no auguraban buen fin. “Por fin comprendía lo que la heroína había representado para mí: el anhelo de tener una escapatoria cuando, de hecho, lo que yo buscaba era una vía de acceso”.

Esa vía de acceso al cambio de sentido fue el SMP, el Sendero del Macizo del Pacífico, un camino para excursionistas que discurre por los estados americanos de California, Oregón y Washington, entre las fronteras con México y Canadá, de más de 4.200 kilómetros.

Con la única compañía de Monstruo, una mochila a la espalda de más de la mitad de su peso, Cheryl Strayed comenzó en junio de 1995 su camino en el SMP en el desierto de Mojave, al sur de California. En los siguientes 1.400 kilómetros de andadura hasta el Puente de los Dioses, en Oregón, Cheryl camina, cambia la ruta de viaje, sufre el desgaste en sus pies, pasa hambre, recibe cartas, lee, se topa con animales variados, vive lugares, duerme en plena naturaleza, conoce a mucha gente que le aportará grandes experiencias pero, sobre todo, conecta con ella misma.

Todo el relato de su viaje a pie por el SMP se entremezcla de manera fluida con recuerdos y vivencias de cuando era niña, de su madre, de su padre, de su padrastro, de sus hermanos, de su exmarido, de sus amigos,… de su vida. “Es imposible saber por qué ocurre una cosa y no otra. Cuál es la causa de qué. Qué destruye qué. Qué lleva a que unas cosas florezcan o mueran o cambien de rumbo. Pero yo, allí sentada esa noche, tenía la casi total certeza de que, a no ser por Eddie, no me habría encontrado a mí misma en el SMP”.

Desde luego, este libro de Cheryl Strayed, se coloca directamente en mi Top 10 de libros, de hecho, por ahora se sitúa en el número 1. Sin duda, la lista de lecturas de cada uno de nosotros, sean del tipo que sean, nos definen como personas. Seguro que si echáis un vistazo a la mía, podéis sacar muchas conclusiones. Desde luego, este mes de febrero estoy encontrándome a mí misma en experiencias que me parecen alucinantes, historias de superación personal, de transformación emocional, de crecimiento.

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